Sombras.

Lo peor del insomnio, es ese momento en el que te tumbas pretendiendo relajarte, olvidarte… dejando la mente en blanco justo para poder llenarla de sueños que siempre acaban pareciéndose a todas aquellas cosas que tratabas de apartar de tus pensamientos.

A solas, tratas de escuxar los sonidos de la habitación, el entrar y salir de tu respiración, el palpitar de tu corazón bombeando incansable al compás de todos esos suspiros que se le escapan al recordar que hace tiempo era acariciado por miles de luciérnagas en una noxe de verano.

El roce con las sabanas demasiado limpias, que no regalan ningún olor nuevo.

Abres los ojos y las sombras inundan todo ese espacio antes vacío.

.Dándole vida.

Llenándolo todo de formas caprixosas y miradas escondidas de ojos llenos de historias absurdas y brillos ya apagados.

Los recuerdos tratan de abrirse paso una vez más.

Comienzas una batalla ya perdida de antemano contra todo aquello que ya olvidaste tantas veces en tus sueños. Todo aquello que un día trataste de apartar de tu mente pues no logras recordar si paso en realidad o solo es otra de tantas historias inventadas.

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