Masticando sonrisas.

...

Y allí estabas tú.
Perdida como tantas veces…

Bonita como una tarde sin rutina.
Preparada para romper mi calma
Hinxar mis velas con vientos pasados
y navegar sin ancla por un mar pintado de recuerdos.

Caracola arrastrada a una orilla lejana.
Superviviente a una tormenta centelleante de truenos que gritan verdades
y relámpagos que ciegan la realidad más sincera.

Susurrándome secretos al oído.
Esculpiendo delicadas pompas de jabón llenas de historias incompletas.
Dejando surgir olores mil veces pensados.
Paseando tras el muro que escondía jardines nocturnos llenos de jazmín y hierba fresca.

Buscando calor en tu infierno polar.
Escapando del miedo a empezar de nuevo.
Regalando bocanadas de aire fresco.
Asustada de no poder controlar los sentimientos contradictorios
que rozan tus momentos soledad.

Haciendo que el tiempo pierda el rumbo
Ligera como una serpentina.
Extraviada como una pluma empujada por el viento

Fueron momentos de silencio,
De miradas sinceras,
De llantos alegres y brillantes despertares.

Mas tarde descubriste lo que sabias desde un principio.

No podíamos regresar a donde un día nos perdimos.

No se podía engañar al tiempo.